Cambiando el chisme que regula el agua en la cisterna

No pensaba escribir un post sobre este tema tan hogareño, pero al final me ha picado el gusanillo de escribir mi experiencia tras leer este post en el blog de Gina: El dia que cambié un grifo.

La historia arranca hace unas semanas, cuando, sin motivo aparente, la cisterna empieza a perder agua. Por lo que parece, la boya que regula el dispositivo de entrada de agua en la cisterna no estaba bien regulado. El nivel del agua en el interior de la cisterna sobrepasaba el máximo de seguridad, y caía a la taza del wáter. Esto provocaba un goteo, lento pero insidioso. Además de los problemas medioambientales asociados a las pérdidas incontroladas de agua y blah, blah, blah... a mí lo que realmente me fastidiaba era el sonidito imparable, implacable, de las gotitas al caer. Algunas noches, entre el calor sofocante y el ruidicito de las gotas, me costaba horrores poder dormir.

Un día, inspirado por un MacGyverismo fruto del insomnio y del exceso de tiempo libre, me encerré a vida o muerte en el lavabo. Pensaba que la solución pasaría por algún apaño, alguna solución simple... pero no fue así.

La supuesta boya de la cisterna, un clásico de los veranos de hace mucho tiempo en todas las playas, no era tal boya, sino una especie de "cazoleta invertida" (como puede verse en esta imagen de un sitio llamado PasarlasCanutas.com) De todas formas, la forma del elemento flotador no variaba mi idea de la solución del problema. El agua rebosa porque alcanza un nivel demasiado alto. Para que el agua no alcance ese nivel, debo doblar ligeramente la varilla para que el llenado de la cisterna se detenga antes de sobrepasar el límite de seguridad de la cisterna.

El único problema de mi análisis reside en que lo de doblar la varilla, no era exactamente fácil, ya que parecía de titanio reforzado. Armado con lo que creo que es la misma herramienta que Gina describe como“agarreultrafuerteenformadepalanca” y mi con aquello de "más vale maña que fuerza", intento doblegar ligeramente la varilla de la boya-cazoleta. Después de varios intentos de conseguir la inclinación específica para detener el llenado del agua antes del límite, pasa lo que tenía que pasar: la varilla cede y se parte.

Afortunadamente, mi espíritu MacGyvero seguía en mode ON, por lo que solucioné la papeleta con un destornillador. Desmonté la parte superior de la columna de llenado de la cisterna y, después de varios intentos, pude extraer el trozo de varilla que quedaba en ese extremo. Aunque mi idea inicial era utilizar alguna cosa como varilla alternativa hasta que pudiera comprar otra, no encontré nada por casa que me sirviera. Así que al final opté por una solución de emergencia: un destornillador con la punta insertada sobre el dispositivo de llenado de la cisterna, apoyado sobre lo que -a través de PasarlasCanuta- acabo de descubrir que se llama elemento descargador.

Este apaño macgyvero evitaba que la cisterna se estuviera llenando indefinidamente (ya que me había cargado el elemento que cierra el circuito), pero el problema era que el paro del llenado debía realizarse de forma manual: es decir, colocando el destornillador haciendo palanca entre el dispositivo y el descargador. Eso, a la práctica, suponía tener la cisterna sin tapa, y esperar un rato tras descargar la cisterna para colocar el destornillador...

Por la tarde salimos a comprar varias cosas, de manera que aprovechamos para pasarnos por la tienda de bricolaje de al lado de casa. Mi descripción del problema fue algo como "la cisterna tiene un chisme que regula la entrada de agua con una boya y una varilla... pues la varilla se ha roto". Supongo que en el ránking de descripciones desastrosas de un problema, no es de las peores, pero claramente tampoco es la más exacta del mundo. Pero el señor de la tienda, ni pestañeó. Me dijo que tenía que cambiar toda la cisterna (él fue un poco más concreto, pero no recuerdo si lo llamó bomba de agua, o cómo...). Yo puse cara de: "bueno, pues si hay que cambiarla, hay que cambiarla". El señor de la tienda, me preguntó por dónde entraba el agua en la cisterna, por la parte superior o por la inferior. Me pilló un poco desprevenido, pero acerté a recordar que la toma de agua está en la parte inferior.

Sin mover un músculo facial, el señor de la tienda se fue para el interior de la tienda y volvió en menos de un minuto con una caja. La abrió y me enseñó la Geberit Impuls 360 (la de la derecha):

El señor de la tienda sacó el chisme, conocido técnicamente como válvula de alimentación de la cisterna (thanks, Google), y me explicó cómo funcionaba.

En la foto apenas se aprecia, pero este chisme elimina la boya y utiliza un flotador junto a la misma columna. Cuando el nivel del agua alcanza el flotador, un sistema de palancas (en azul) cierra el paso del agua. El nivel de agua se ajusta modificando la altura de la columna, así de simple, nada de doblar varillas a lo Uri Geller.

Al día siguiente me enfrenté a la substitución de la válvula de alimentación.

Vacié la cisterna, cerré la entrada del agua y conseguí desenroscar la válvula anterior. Eso hizo que el remanente de agua en la cisterna cayera al suelo... Aunque era poca cantidad de agua, tenía la sensación de caminar sobre las aguas en plan mesías... Volví a enroscarlo todo en su sitio y descubrí que la llave del agua no corta completamente la entrada de agua aún estando completamente cerrada... Así que coloqué un recipiente de plástico bajo la llave y así conseguí frenar la caída de agua al suelo.

Después de intentar apretar al máximo la llave de entrada del agua sin resultado, decidí acelerar el cambio de la válvula. Aunque la rosca interior salió fácilmente, la junta entre el manguito de la salida de agua de la pared y la parte inferior de la válvula de agua no había manera de desenroscarla. Como tenía que ayudarme de la herramienta -que finalmente he descubierto que se llama tenaza de apertura múltiple de ojal-, en una posición muy incómoda, arrodillado sobre el suelo mojado entre el bidet y la taza del wáter, la herramienta resbalaba. Poco a poco, el plástico de la rosca se iba desgastando, por lo que el proceso de desenroscado se alargó. De hecho, llegado a cierto punto, la columna de la válvula empezó a girar al completo, por lo que no había manera de seguir desenroscando sin sujetarla. Pero en este punto, yo ya estaba hecho polvo de jugar al Enredos© en el baño, por lo que me senté sobre el bidet a punto de rendirme... Pero al final le dí la vuelta a la situación: literalmente, decidí atacar a la válvula por arriba. Con la mano izquierda sujetaba la tenaza de apertura múltiple y con la derecha, y a pelo, giré la columna de la válvula. La rosca giró. Sin acabar de creérmelo, volví a intentarlo. Efectivamente: la rosca giraba.

Después de eso, conseguí desenroscar la válvula original de forma lenta, pero segura. Instalar la nueva válvula de alimentación de la cisterna fue un plis-plás, en comparación.

Después de situaciones como esta, reconoces la supremacía técnica que supone que la rosca inferior de la válvula de alimentación sea de metal, y no de plástico. Que la regulación del nivel de altura sea tan sencillo como modificar la altura de la columna de la válvula... En un momento así, cuando adecentas de nuevo el baño, te invade una sensación de aprecio fraternal por los ingenieros alemanes que han diseñado una cosa que, pese a su complejidad, resulta tan sencilla de instalar...

El cambio de la válvula de alimentación de la cisterna me llevó casi dos horas ( aunque lo correcto sería decir que la retirada de la válvula vieja me llevó casi dos horas). Fueron casi dos horas de fontanería épica, el hombre enfrentado a las cañerías en combate desigual, utilizando herramientas de nombres desconocidos, en un terreno resbaladizo y húmedo... La historia, tan pésimamente narrada aquí, tiene todos los ingredientes para ser llevada al cine (la entrada del cambio de cisterna en PasarlasCanutas podría servir de base al storyboard, aunque debería ser ampliada con las escenas de acción...) Y como no podía ser de otra manera, acaba en final feliz.

Un plano cenital de la habitación. Tumbado boca arriba, tengo los ojos abiertos, mirando al infinito (bueno, al techo...) Junto a mí, mi pareja duerme plácidamente. Giro los ojos, en dirección a la puerta abierta del dormitorio, como si escuchara algo. Pero no se escucha nada; sólo silencio. El espectador recuerda, automáticamente, la escena inicial, en la que el goteo incesante llenaba la noche. En la pantalla, la cámara hace un lento zoom hasta encuadrar únicamente mi cara. Los ojos siguen mirando hacia un lado, a donde se encuentra la puerta. Silencio. Los ojos vuelven al centro, como si miraran al infinito que se extiende más allá de la cámara. Silencio. Cierro los ojos lentamente. Silencio. La cámara baja el encuadre a medida que los párpados descienden. Silencio. En la pantalla, únicamente mi boca. Silencio. Y entonces, mi boca, sonríe.

Fundido en negro; el triunfo definitivo: la paz, el sueño, el descanso del guerrero...

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
hola, queria saber, si la nueva valvula impuls360 que has colocado tarda nucho en llenarse? y a la vez hace que ese ruido que suena se prolongue durante todo el llenado,, es que yo tambien he puesto la misma valvula, pero este tarda mucho en llenarse y suena como si hubiera una fuga, no se como hacer para que no tarde mucho el llenado, espero que con la experiencia que has tenido puedas ayudarme ya que es muy fastidioso, tener que escuchar ese ruido que se prolonga mucho tiempo, y muchas gracias.
Xavi Aznar ha dicho que…
Buenas, anónimo... El sonido durante el proceso de llenado de la cisterna creo que es, más o menos, como cuando tenía la válvula original. Sin ser un experto, diría que el sonido se debe al flujo del agua a presión entrando en la cisterna. Supongo que si se pudiera reducir el flujo de entrada, o la presión a la que lo hace, igual el ruido se reduce, pero no recuerdo nada con lo que poder ajustarlo.

En cuanto al tiempo de llenado, diría que es más o menos el mismo que con el sistema antiguo. Al fin y al cabo, el volumen de agua de la cisterna es el mismo.

Como comenté en el post, el señor de la ferretería parecía dominar el tema de las cisternas -y lo que es más importante- estaba dispuesto a instruir a un fontanero novato como yo.

Mi consejo sería que consultaras con tu "fontanero de cabecera", ese fontanero de barrio que te pueda recomendar una solución basada en su experiencia: seguro que domina el tema más que yo ;) (especialmente si sospechas de una fuga!)

Un saludo (y gracias por la visita!!)
Anónimo ha dicho que…
si, tienes razon, se lo consultare, bueno, de todas maneras muchas gracias por todo y un saludo.
Anónimo ha dicho que…
Hola! Acabo de leer este post y (lo siento) pero me he partido de risa porque mientras lo leia, tenia a mi novio enfrascado con el proyecto de quitar la valvula del water, lo cual le ha costado mas de un insulto y el peligro que corria su vida al intentar moverse debajo del mismo wc. Ya hemos quitado todas las piezas (digo "hemos" porque el apoyo moral para estas cosas tambien cuenta, verdad?). Ahora solo falta que la ferreteria vuelva a abrir, ir a comprar las piezas y ponerlas..... En fin. Vivan los fontaneros amateurs!!!
Un saludo. Aitzi
Xavi Aznar ha dicho que…
Gracias por el comentario, Aitzi! La verdad es que yo también me he reido de lo lindo leyendo tu comentario... Más como ése, por favor!!!

Tenemos que crear una asociación de chapuzas anónimos en la que compartir nuestras aventuras bricolajeras para que no caigan en el olvido!!!

Un abrazote!!!
Anónimo ha dicho que…
Hola, yo entre en esta pagina cabreada por tener la cisterna rota y no saber que hacer, pero he terminada dando carcajadas con tu forma de narrar algo tan cotidiano.
No dejes de hacer bricolaje y sobre todo no te olvides de contarlo.
Mejor aun dedica te a escribir eres fantastico. Gracias por un buen rato. Rocio
Xavi Aznar ha dicho que…
Que sepas que a mi pareja le ha encantado lo de "no dejes de hacer bricolaje"; lo que no le ha gustado tanto ha sido la parte de "gracias por un buen rato" ;)

¡Gracias por tu comentario y por animarme a seguir escribiendo!

Un saludo,

X.
Anónimo ha dicho que…
Me encantó la narrativa. Muy ingeniosa y grafica.
La mirada del ferretero, parece debatirse entre darnos la tarjeta de un plomero matriculado o juntar los cluster de paciencia que le quedan, cuando no entiende que le pedimos. Hasta tuve que hacerle un dibujito de la pieza que yo buscaba
Xavi Aznar ha dicho que…
Basado en hechos reales ;)